Sobre su cabeza una corona índigo. Un torrente de estrellas desciende de sus hombros a su espalda. Ella es lo único que existe en cada sitio donde está. Sus ojos opacan al sol con su brillo. Y su sonrisa compite con el centro de la galaxia.
Su canto enmudece los coros angelicales, mientras la escuchan con atención, celosos de la melodía terrenal. Las flores se avergüenzan cuando pasa cerca, su belleza las hace verse insípidas y sin color.
El mar pregunta por el color de su corona, quisiera imitarlo. El cielo se embaraza de azules queriendo reflejar el brillo de su cabello. Todos la miran, la siguen a donde va, heredera del paraíso, reina del éden.
Mi tren persigue su estela orbital. Deseando algún día poderla alcanzar.
comments powered by DisqusThe butterfly counts not months but moments, and has time enough
Rabindranath Tagore