Quiero creer que mi destino me espera.
Quiero creer que todo se termina por resolver tarde o temprano.
Que mi familia inexistente me aguarda para que pueda empezar a ser.
Quiero creer que me vas a durar toda la vida y jamás me voy a arrepentir de no haberte dicho que te quería.
Quiero creer que vamos a llegar a la vejez juntos, y que no habrá secretos entre nosotros.
Quiero que creas que puedes contar conmigo incondicionalmente, aquí, ahora, luego, más tarde, siempre.
Quiero creer que voy a levantarme una mañana en mi soledad y todo tendrá sentido, que no faltará nada en ese silencio matutino.
Quiero creer que puedo creer en algo, en alguien, en una situación.
Quiero creer en un beso, en una mirada, en un momento mágico que se transforme en la fundación de lo que vendrá
Quiero que creas que hay una salida, que no importa la tempestad, siempre habrá un mar en calma eventualmente, aunque los vientos rompan las velas.
Quiero que creas que el amor es efímero, y que a veces solo a veces, el te consigue a ti y te toma por sorpresa, cuando menos lo esperabas, cuando más lo necesitabas.
Quiero que creas que te espero en cada encrucijada, hasta alcanzarme.
Quiero creer que puedo.
Puedo creer que quiero.
Pero por encima de todo, quiero creer en mí, en que nada es por casualidad, como dice mi mamá, como decía mi abuela, y todos los que vienen antes.
Que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y para llegar a diablo, me faltan años de viejo.

Quiero creer, pero mi incredulidad a veces saca lo peor de mi, y termino por no creer en nada. Solo en ti.